27 Jul Conflictos laborales. Cómo anticiparse, gestionarlos y resolverlos.
Comunicación pobre, discusiones, malentendidos, falta de respeto, ignorancia, mala actitud, estrés, son algunos factores que puedes generar conflictos en el trabajo, lo cual son comprensibles, ya que es en el trabajo en donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, conviviendo con varias personas con diferentes puntos de vista, diferentes opiniones y formas de trabajar. Pero tampoco es recomendable ni saludable dejar pasar esos conflictos, por el contrario, debemos estar atentos en qué situaciones se generan, identificar si existen personas en específico quienes recurrentemente se ven envueltos en discusiones, para poder poner en práctica algunas acciones que los prevengan o que los resuelvan, ya que es importante que actuemos para que no afecten la productividad, el logro de los objetivos, ni el ambiente laboral. Recuerda que la negatividad y el mal humor también se contagia.
¿Cuáles son los tipos de conflictos que se pueden estar dando en tu ambiente laboral?
Conflictos funcionales
Discusiones en las que se establecen sistemas de análisis y críticas constructivas en torno al trabajo.
Conflictos disfuncionales
Disyuntivas que influyen de forma negativa en la empresa.
Es por ello que deben ser resueltos rápidamente por el líder para que no afecten en la productividad.
Conflictos personales
Inconformidades que puede tener un trabajador consigo mismo, problemas internos que obedecen a insatisfacciones o falta de motivación por parte de sus empleadores y compañeros.
Conflictos interpersonales
Se dan entre dos o más personas dentro de una empresa.
Entre sus causas más comunes se encuentra la diferencia de intereses, ausencia de comunicación, falta de valores, cultura o relaciones personales.
Conflictos organizacionales
Son aquellos generados entre grupos de trabajo, a veces pertenecientes a distintos departamentos y que impiden el desarrollo óptimo del trabajo.
Conflictos empleados-jefe
Ocurre cuando se generan inconformidades en los derechos y deberes de los empleados. En este caso, el jefe debe dialogar con los trabajadores y conseguir en ellos confianza y seguridad.
Ahora pregúntate ¿Existen conflictos actualmente en tu lugar de trabajo? ¿Con qué tanta frecuencia surgen? ¿Cuáles pueden estar siendo las causas?
- Falta de comunicación.
- No hay objetivos definidos.
- Falta de recursos, de tiempo o dinero.
- Distribución de las tareas de forma inequitativa.
- Presión y estrés.
- Incompatibilidad de los valores de una persona con los de la empresa.
- Discrepancia entre personalidades e intereses.
- Competitividad.
- Discriminación.
- Autoritarismo.
Te compartimos algunos consejos para prevenir los conflictos laborales:
Fomentar el trabajo en equipo. Tener un sentido de pertenencia, en donde las opiniones son escuchadas y respetadas, permitirá que el trabajo y las relaciones fluyan.
Fomentar la empatía. Aunque tengamos puntos de vista diferentes, debemos aprender a ser empáticos con la otra persona, aprender a ver lo que le molesta o se le dificulta y en lugar de comenzar una discusión, lograr llegar a un acuerdo.
Tener mente abierta, para analizar, cuestionar, aceptar o rechazar una opinión.
Mejorar la comunicación. Poner a disposición diferentes canales de comunicación y hacer partícipes por igual, a todos a quienes corresponda.
Definir objetivos claros y nombrar responsables para el desarrollo de alguna tarea.
Definir las políticas de la empresa. Que todo colaborador tenga claro cuál es su rol y cuáles son las normas para cumplir.
¿Qué hacer ante un conflicto?
- Conocer el problema.
- Identificar a los involucrados.
- Crea las condiciones necesarias para resolver el conflicto, por ejemplo, citarlos en un lugar agradable y tranquilo, mostrarse con la disposición y escucharlos.
- Comprender lo que quiere conseguir cada una de las partes.
- Identificar en lo que están de acuerdo y en lo que no están de acuerdo.
- Realizar una lluvia de ideas para proponer alternativas y llegar a una negociación.
- Priorizar acciones y obtener un compromiso de parte de todos.
Los conflictos son inevitables y pueden ser buenos, ya que fomentan el intercambio de ideas, permiten innovar, salir de nuestra zona de confort, cuestionarnos y buscar soluciones, pero si no sabemos gestionarlos adecuadamente, se pueden volver peligrosos para nuestros equipos de trabajo, y por consiguiente para nuestra empresa.
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