28 Sep Mujeres en puestos de liderazgo

Recientemente Forbes Centroamérica, realizó una publicación en el que destaca que El Salvador es el país de América Latina donde hay más liderazgo femenino y el único a nivel centroamericano, indicando que según un reporte de la OIT (Organización Mundial del Trabajo), el 46.7 % de los cargos en puestos directivos son ocupados por mujeres en El Salvador, estando por encima de Rusia, Suecia y Estados Unidos.

Esta cifra nos da aliento y esperanza, porque estamos encaminados para cambiar el futuro, sin embargo, la brecha laboral entre hombres y mujeres sigue siendo una lucha para las mujeres, de lograr reconocimiento por sus capacidades y una remuneración justa, ya que en muchas áreas laborales ganan menos que los hombres a pesar de su formación y experiencia.

¿Cómo podemos cambiar esto? Confiando en las capacidades y fortalezas de las mujeres para desempeñar cargos directivos, delegándoles tareas importantes y empoderándolas.

¿Por qué contratar a una mujer y colocarla en puestos directivos?

Está claro que tanto hombres como mujeres tienen las mismas capacidades y deberían tener las mismas oportunidades para desarrollarse profesionalmente, sin embargo, es sabido que a las mujeres se les da naturalmente ciertas habilidades y a los hombres, otras.

Podemos mencionar que existen estudios que encuentran diferencias notables entre el cerebro de hombres y mujeres que explican las distintas habilidades propias de cada sexo. “A partir de la adolescencia, ellas tienen más habilidad para hacer varias cosas a la vez (la tan manida capacidad multitarea), mientras que ellos funcionan mejor cuando tienen una sola cosa entre manos.”

“Por ejemplo, es más probable que los hombres sean mejores a la hora de realizar tareas simples, como montar en bicicleta, o en orientación espacial, mientras que las mujeres en promedio son mejores en memoria y habilidades sociales, lo que las confiere cierta ventaja a la hora de hacer varias tareas a la vez o encontrar soluciones para desarrollar en grupo.” menciona Pilar Quijada, respecto a estudios en neurociencia que explican la conectividad entre las regiones del cerebro y sus hemisferios.

Dicho esto, podemos mencionar ciertas características que se destacan en una mujer para desempeñar puestos de liderazgo:

• Agilidad y productividad: Las mujeres están comprometidas con sus responsabilidades y realizan sus funciones de forma eficiente. Tienen la capacidad de realizar diferentes tareas.
• Seguimiento: Tienen la habilidad de darle seguimiento a los proyectos y tareas encomendadas. Son observadoras, tienen mejor memoria, están pendientes de lograr objetivos y obtener resultados.
• Fortalecimiento de equipos: Las mujeres tienen habilidad para reunir personas y fomentar las opiniones y propuestas lo que permite crear un ambiente participativo y creativo.
• Comunicación efectiva: Pueden desarrollar relaciones significativas entre los colaboradores y clientes. Son intuitivas y comunicativas.

Hoy más que nunca, se necesita de líderes que conecten con las personas, ser empáticos con las necesidades de sus colaboradores. Las gestiones femeninas responden mejor a las necesidades básicas del ser humano y ponen más énfasis en el bienestar social y ambiental que sus colegas masculinos.

“El liderazgo femenino también tiene un poderoso impacto social: las compañías que tienen al menos una mujer en su directorio contratan 2,5 más mujeres que uno todo de hombres. Lo que nos lleva a concluir que la mejor manera de contribuir con la meta de la igualdad de género, uno de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU propone para 2030, es contratar mujeres.” Silvina Moschini.

Las empresas deben crear programas de inclusión y de igualdad de género al momento de buscar y contratar candidatos. Establecer parámetros que permitan la contratación por capacidades, formación académica y experiencia. Evaluar las habilidades y su desempeño según el puesto de trabajo que debe desarrollar. Debemos dejar a un lado los paradigmas y roles sociales establecidos. Vivimos en un mundo cambiante y retador, seamos quienes brindan esas oportunidades que a largo plazo será un beneficio para el crecimiento de nuestras empresas.